viernes, 16 de mayo de 2008

Las chicas a mi alrededor

Paisana
A. es un ventarrón de dulzura del altiplano bogotano, recién desempacada en el reality de la vida normal en (vaya casualidad) Düsseldorf. Verla meter la pata en mis huellas ya secas me da ternura y procuro no quedar tan reganiona de por qué no me preguntó antes, que yo ya la embarré en el mismo sitio y pude haberla prevenido. Trae la frescura de su bacano hermano H., un buen amigo que vive en Australia y quien fuese, cómo más, quien nos contactó.

Dialogar con ella ha sido motivo de risa, nostalgia, confrontación y confirmación de ideas. No hablamos de política, no hay necesidad. Tenemos parecidos en nuestro rol de esposas de fanáticos futboleros y apasionados jugadores de juegos de computador. Es prisionera de un Heimweh que yo, en un ejercicio similar al de la fe católica, encuentro distante.


Polacas
Mi suegra y mi cuniada me van a volver loca. Tener sobrecarga de trabajo es bueno porque se preocupa uno por cosas dizque importantes y no pierde el tiempo con rencores pendejos pero irritantes (remember premio vidio en la media).


Colega
M., la lectora empedernida de Stephanie Plum, también es fan irredenta de Sex and the City. La muy gomela se va una semana a Nueva York (especulo yo leyendo esto) de vacación reality de su serie favorita. Es la típica ninha nhonha, eficiente y detallista. Supo que me gustan las galletas Oreo -más porque son de difícl consecución en estas tierras que porque realmente las extranie- y me compró un paquete que vio en su supermercado habitual and made my day (y no es la primera vez que lo hace). Es buzo, cocina terrible, va a clases de salsa y a citas de 7 minutos.


Vecina
Frau Gusano -así se llama, en serio, nada personal- ya había aparecido en estas líneas, en diálogo con su pajarito. Vino a presentarse y ha resultado ser toda una dama muy respetable y coquetona a sus 85. Nos regaló una botella abierta de un korn -digamos mal que un aguardiente de manzana-, que suponemos repugnante y que probó, no le gustó y le dió pesar tirarla a la basura.

Jefa
Con S. me la llevo bien en el trabajo. Lo malo es que pone y pone tareas y yo no doy abasto, no tengo tiempo para detectar que me hace falta más información. Cuando ella no está respiro más tranquila, lamento decirlo, porque por lo demás es una bacana e inspira confianza.

Colaboradora 1
Mi hada madrina desde que llegué a la empresa. Lamentablemente de no muy buena salud. Workohólica, super colaboradora y muy bacana conmigo, porque de ninia vivió con su familia alemana en Australia y sabe qué es ser extranjero. Aún en su convalescencia me sigue ayudando y me manda a su marido el lunes a explicarme cuál es el nudo gordiano que tengo que desatar.

Colaboradora 2
C. llegó más o menos por contingencia a mi departamento porque se abrió una plaza y ella estaba de número 1 en la lista de espera de un puesto apto para ella, técnica química, en ambiente de oficina y no de laboratorio. C. desarrolló todo tipo de alergias extranias a las sustancias olorosas del detergente, a los aditivos de los alimentos y demás basura a la cual ha estado expuesta desde sus 17 anios -hoy tiene 42 y parece de más-, al café en cambio no, menos mal.

4 comentarios:

patton dijo...

¿y lo que dicen del ambiente laboral en una oficina con predominio de mujeres es "a lugar" también allá?

Frau Rodriguez dijo...

hola don patton:
I did not know really that the subject is also a hot issue in Colombia!

Pero así es. De un grupo de 13, hay apenas dos hombres.

Saludote.

chiflamica dijo...

Me encanta la descrición de las gentes que hacés. Suena a mucho Nordrhein-Westfalen, no sé. Bacano.

El clima en el sur estuvo benévolo hasta ayer, que empezó la lluvia a cántaros. Hoy me emparamé, pero me encanta, al fin el agua lluvia no está tan fría.

Saludos desde el sur

MaJaDeRiA dijo...

WOW!! Yo no se si podria trabajar con tanto estrogeno junto. En particular, laboralmente hablando, prefiero la testosterona. Creo que por que son tan simples que entonces uno no se tiene que armar ningun video con ellos.

Saludos